domingo, 24 de octubre de 2010
domingo, 17 de octubre de 2010
Mi experiencia en Compromiso Universitario por la Salud
Bernardino Augusto Montes Sáinz es miembro de CUS y asistió a nuestra primera brigada en Cochoapa el Grande, Guerrero, en Agosto de 2010.
México, D.F , 17 de octubre de 2010,
Por Bernardino Augusto Montes Sáinz
Podríamos pensar que toda persona tiende a creer que puede mejor el mundo, aunque sea un poquito, pero la realidad es, ¿Quién realmente hace algo por su mundo? La respuesta es muy sencilla; quienes cambian al mundo son los que tienen la fuerza y la codicia de espíritu y de corazón, para realizar sus sueños.
Mi nombre es Bernardino, tengo 21 años. Fui parte de la primera brigada de CUS, al municipio de Cochoapa, a las comunidades mixtecas de La Barca y San Rafael, a unas horas de Tlapa, Guerrero. Alumno de tercer año de Medicina, sexto semestre. Facultad Mexicana de Medicina La Salle.
Tengo el gran placer de dedicarle estas palabras a gente que puede encontrar interés en la aptitud del servicio al prójimo y poseedor de la fuerza y viveza de corazón que puede motivar al hombre a realizar las cosas más desinteresadas, para así, enaltecer su espíritu y el de los demás.
La mayoría de la gente poseemos muchos sueños, y como médicos, no podemos evitar imaginar el de brindar un servicio de salud a gente que más lo necesite. Pero otras veces esos sueños caen de improvisto o son contagiados por amigos. Mi amistad con Andrés Castañeda fue esta vez el factor determinante que inicio, un gran viaje que aún no termina y una gran marea de sentimientos, inquietudes, pensamientos y deseos que yacen en mi interior, que hacen ruido con gran estridor, que hacen palpitar mi corazón al pensar en aquellos días, en que, ya hace más de un mes, pudo culminarse en un pequeña pero segura y con rumbo, brigada médica, y de ahí a un proyecto, y de un proyecto a lo que podría ser una gran organización, con base altruista y enriquecedora del alma y espíritu; porque para alguien como yo, con el alma de patriota, llevar la bandera de CUS, extralimita el honor.
Un simple viaje fue suficiente para reafirmar mis sentimientos como médico, amigo y persona consiente de mi querido México. Pues en esta idea fue fundado CUS.
El gran viaje fue planeado con solo un mes de anticipación. En ese momento CUS solo era un sueño Idealizado y cimentado por solo tres personas. Y fue culminada por poco más de 10 personas. Para serles sincero ha sido de las experiencias más enriquecedoras, pragmáticas e incluso religiosa, de toda mi vida; el convivir con mis compañeros, la gente a la que le brindamos recursos para su salud y lo más importante, hacerles ver que en medio de su miseria de mente, pobreza económica, existen algunos de sus hermanos Mexicanos, que pueden brindarles tan solo algunas palabras de aliento, hasta la interacción con lo mas profundo de si mismos, al entender su situación económica, social y cultural.
Porque cuando estas en la escuela estudiando para un examen de Patología, Fisiología o cualquier materia, muchas veces piensas, en medio de tu estrés emocional, tu exigencia como futuro profesionista, tus intereses personales (que son muy importantes), en que la vida se puede resumir en los libros y la teoría. ¡Abre los ojos! ¡TÚ! FUTURO PROFESIONISTA, ¡TÚ, FUTURO MÉDICO!, ¡TÚ, EL FUTURO DE UN MÉXICO! ¡Un México que se acaba e inicia con nuestra nueva oleada de conocimiento y cultura!
Porque el ir a Cochoapa me enseñó que debemos confiar en quien tiene nuestros mismos intereses. Todos los que pertenecemos a CUS y fuimos a la pasada brigada, pudimos ver el México del pasado, presente y futuro. Nos dimos cuenta de la realidad, el futuro de esos pequeños pueblitos, la Barca y San Rafael en el estado de Guerrero son ellos mismos. A pesar de que no teníamos el poder para cambiar de manera radical esos pueblos, tuvimos el poder social y mental para comenzar esta marea de conocimiento, mostrar cariño a mi país y ganas de querer ser diferente a cualquier otro médico, fundado con ideas en blanco y negro; siempre igual y sin criterio.
Yo estoy seguro que cada uno de mis compañeros de CUS de aquel viaje de 2 dias y medio, vio en esa gente no solo la miseria, si no la posibilidad para poder cambiar y mejorar su calidad de vida! ¡lo único que necesitamos son manos que trabajen, manos que sueñen!
Escribiendo estas emotivas palabras, que vienen del gran fuego que se despertó en mi corazón y en mi ser, con furor les digo, que recuerdo a aquellos niños, que ¡A pesar de su desnutrición, no paraban de correr, de reír! ¡Las madres sin dejar de protegerlos! ¡Sin dejar de llevarlos con nosotros! ¡Tan sólo quisiera poder haber tenido en ese momento, algo más que mi poca experiencia como médico!, que día con día crece y creció en esos dos días.
Aquella impotencia que nació se convirtió en satisfacción al poder entender nuestra labor como médicos ¡Fuimos a brindarles esperanzas! ¡Recordarles que no son olvidados!; ¡Que como nuestros hermanos, podemos darles más que una moneda en los cruces de la ciudad!
Por estos sentimientos y más, yo me uní a CUS.
¡Sé la diferencia!
¡Sé en verdad Médico!
¡Sé quien dices ser!
Atentamente:
“El atrapa sueños”
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